EL MATRIMONIO JUVENIL - INFANTIL
Vamos a defender el matrimonio entre niños de 14 años, la opción más impopular. Defender lo indefendible, los niños que se casan.
Que un niño se case supone una tristísimas realidad.
Son obligados a abandonar el sistema educativo y marginados de las actividades sociales.
Se ven forzados a trabajar para mantener su familia.
Las niñas se confinan necesariamente al ámbito doméstico.
Se impone a los niños el rol de proveedor, lo que los aleja de la educación básica y media, llevándolos al mercado laboral y en caso de no encontrarlo a la mendicidad, cuando no a la delincuencia.
A la niña que es esposa, el rol de madre a temprana edad dificulta que la mujer construya y siga opciones de vida complementarias a la del hogar.
Los embarazos juveniles son por lo general de alto riesgo.
La posibilidad de una unión formada por parejas tan jóvenes suelen no perdurar.
Es el caldo de cultivo perfecto para hogares mono parentales.
Padres que no trabajan y que no pueden dar educación a sus hijos, suelen prolongar y replicar líneas de pobreza donde sus hijos difícilmente podrán construir un futuro diferente. Es mantener pobres a los pobres en un país en donde la educación es el único movilizador social.
La regla era diferente y hasta el 2004 la edad permitía el matrimonio entre un hombre de 14 y una mujer de 12; en buena hora, se modificó sobre argumentos técnicos y jurídicos la realidad que “[n]o existen características psicológicas o fisiológicas que demarquen un muro perenne e inderrumbable de desigualdad entre hombres y mujeres. Y poniéndonos en proteger a los menores tenía más sentido igualar por arriba que por abajo".
No hay argumento concluyente para defender que un niño salga del ámbito de protección de sus padres para someterse a los efectos negativos de las uniones precoces, pero no podemos prohibir la realidad que está ahí pegando cachetadas a quien se atreva a negarla.
¿Es posible prohibir las relaciones íntimas entre menores de 18 años?
¿Es posible prohibir la exploración sexual antes de los 18?
Más dramáticos, ¿podemos prohibir el amor o lo que creen que es el amor, en aras de la protección infantil?
De poder podemos, que sirva...¡No!
El problema es que Colombia es el segundo país de la OCDE con la tasa más alta de embarazo adolescente, más de 5.000 jóvenes entre 15 y 19 años dieron a luz durante el año 2022.
Si prohibimos el matrimonio adolescente, ¿vamos a tener menos embarazos? El matrimonio entre o con menores debe permitirse porque existiendo o sin él, la realidad seguirá siendo la misma, las familias se fundan pronto, preocupantemente pronto, y quitarle la oportunidad de que lo hagan bajo el vínculo matrimonial (o de unión marital de hecho) solo les quita derechos que otros sí tienen.
Revictimización legal:
Reconocimiento o legitimación de los hijos, no es una tema menor, evita demandas de paternidad.
Derecho a subsidios.
Derechos patrimoniales.
Herenciales.
Seguridad social.
Beneficios laborales.
Protección de paternidad.
Mejor no, mejor aguantarnos la norma antipática que parece defender lo indefendible.
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